Las aftas son pequeñas lastimaduras de color blanco que se producen en la boca y son molestas y muy dolorosas, y pueden durar entre una semana y 10 días. Lamentablemente, no hay nada que se pueda hacer para acelerar el proceso.

Son muchos los factores que pueden determinar su aparición, entre ellos las heridas producidas por algún alimento muy duro o, en aquellos niños que utilizan ortodoncia, por los brackets. 

Es muy importante cepillarse bien los dientes después de cada comida para evitar que los restos de alimentos que puedan haber quedado en la boca causen heridas. Sin embargo el cepillado debe hacerse cuidadosamente porque los golpes son el cepillo pueden derivar en lastimaduras.  

Si bien existen algunos medicamentos o enjuegaues bucales para poder tratarlas, no son recomendables para los niños. Para ellos, lo mejor, es darles hielo para que puedan chuparlo y que el frío alivie el dolor. 

En caso de que las aftas duren más de dos semanas o empeoren, es recomendable consultar con el pediatra o con un médico especialista en infectología.